jueves, 22 de julio de 2010

Mi experiencia en Australia: parte 3ñ

dicen que las cosas desde afuera se ven mas claras, que una nueva forma de ver el mundo es siempre bien recibida, no puedo creer que estos 6 meses afuera hayan pasado tan rapido, parecieran semanas

que les puedo decir, australia no es como muchos se lo imaginan, tiene todo lo bueno de ser un pais desarrollado, si, pero a la vez con todos esos vicios que sufre la sociedad occidental, me imagino que en estados unidos o en europa eso debe ser mas fuerte

que increible que las cosas que mas se echen de menos no tienen nada que ver con lo que uno esperaria de las cosas que en Chile se destacan como progreso, desarrollo y todo ese blabla, sino que todas esas cosas que nos esforzamos por ocultarlas y que en la politica se cubren tras una careta de modernidad

que nuestro idioma español sea uno de los idiomas mas estudiados, y el segundo idioma nativo en el mundo ruborizaria a cualkiera que predica las virtudes de la cultura de comida rapida, la buena compañia y la costumbre de vivir en familia o con amigos, o de compartir las cosas, o de ser un amigo "paleteado", son cosas que no se encuentran en muchas partes, y es algo que espero que en Chile se mantenga, mas alla de querer dejar de ser catalogado como uno mas de los paises tercermundistas, deberiamos acordarnos que somos parte de Sudamerica, y es algo que ningun gringo puede decir de si

martes, 2 de marzo de 2010

Mi experiencia en Australia - Parte 2: Multiculturalismo

hola a todos!!!
veo que varios leyeron el post anterior, :D
esta ha sido una semana de locura, con el terremoto en Chile y todo eso, uffff...
asi k un abrazo a mi chilito querido que quedo todo pal gato... pero que los chilenos pueden sacar adelante :)

en fin, hoy les hablare sobre una de las cosas que me ha llamado mas la atencion, ya a 3 semanas de haber llegado, las primeras impresiones se van y uno empieza a acostumbrarse al clima, al ingles raro, al esperar 30 minutos por un bus, jejej, y en las calles, plazas, en la micro uno ve un espectaculo colorido, ruidoso de gente de los mas insolitos lugares del mundo, eso no me lo esperaba tan asi, el producto de la globalizacion, el MULTICULTURALISMO

desde la primera semana, cuando llegue a la residencial cerca de la u, me encontre con gente de europa, de asia, india, medio oriente, africa.... y america latina??? no, lo siento, somos solo el 12% con suerte de la poblacion mundial, asi que es muy dificil encontrar alguien ke hable español salvo que venga de españa, sino tay sonado

es increible notar en los estudiantes internacionales, la créme de sus respectivos paises, como se pueden ver aquellas tradiciones, formas de expresarse, incluso hasta la forma de carretear de las culturas del mundo:

Los Aussies: en estas 3 semanas casi no los he conocido, insolito!! solo estos dias recien e podido conocer chicos australianos en la universidad. Son amistosos, si, pero como toda la sociedad australiana son temerosos a lo nuevo, al color distinto, a mi ingles a la chilena, a lo diferente. Asi que hay que esforzarse mucho para poder ir mas alla de un "good day, mate, how do you go?", y ahi uno puede ver que detras del paraiso de comida rapida y aire acondicionado se encuentra una sociedad encerrada sobre si misma, sin la cultura aclanada que tenemos los latinos o los arabes.

Los (Norte)Americanos: sabian que canadá tambien esta en norteamerica, y que es distinta a los estados unidos?? bueno, en realidad, lo ultimo lo supe aqui
los gringos, nada que decir, gritones como ellos solos. Se notan que vienen de un pais grande, amante de la cerveza y que se curan con 2 vasos de vino, buenos pal baseball y pa los monster truck
en cambio los canadienses, idem 110% mas piola, nadie en realidad los conoce, parecen ser de europa pero sin ser pedantes.... y estan mas que fascinados del calor sofocante, pork en su pais la zona mas calurosa es equivalente a vivir en punta arenas... plop

Europeos: y yo que pense que los suecos son rubios.. 2 de cada 3 europeos que he conocido tienen ascendencia arabe, o son negros, wtf? jajaja
pero tienen en comun que se juntan con ellos mismos, franceses, alemanes, suecos, holandeses
lo mas parecido a nosotros son los españoles que son un plato, muy buena onda esos locos
la pasan carretiando, haciendo el intento de, pork cada ves ke hablo con ellos me alegan de k a las 5 de la tarde encuentran todo cerrado, pero bueno, a lo mas van a estar 6 mess aca ya que tienen que conocer por lo menos 30 paises mas antes de llegar a sus respectivos hogares..

Medio oriente: felizmente, aunk veo cualkier cantidad de musulmanes hasta ahora no ha habido ningun osama asiendo esplotar la u en honor a alá, es mas, los que vienen son los mas moderados asi k no problema hablar con ellos
es lo mas parecido que hay a los latinos, pero en ves de perros vagos tienen camellos
nada que decir, super amistosos te invitan una comida shawarma o kebab con una copa de te y te hablan de todo: politica, religion, carrete, minas, y futbol!!! son tan futboleros como nosotros, siguen todos los partidos de la champions league y al tiro reconocen al chupete, al valdivia, mark gonzales, yo quede plop con eso
incluso hasta me e encontrado con cristianos que vienen de paises como siria o iran, aunqe me cuentan que en sus paises esta cultura de libertad es inexistente, por lo que suelen vivir lejos de sus familias en europa o en malasia

Chinos:
que manera de haber chinos aca (lease: hong kong, china, corea, taiwan, vietnam, japon), pero son todos iguales
trabajan como chinos!!! jajajajajaj
(de ahi veo porke australia tiene tanta riqueza si los aussies no trabajan nada)
y ahora por fin probe comida china, no tengo idea que estoy comiendo y de repente veo cosas que se mueven, pero es lo mas barato que hay, y con hambre, pa adentro noma

Chinos bronceados:
indonesia, malasia, filipinas, tailandia
igual que los chinos pero medio caribeños, relajados pero igual trabajan caleta
la comida mas picante que la... por cada plato de Nasi Goreng (arroz frito) 2 litros de agua para recuperar la lengua, sino cooperaste

en realidad me falto mas tiempo para seguir describiendo lo que he visto aca, o quizas me dio lata porque llevo escrbiendo mas de 10 minutos.. y cada ves ke veo algo entrete, saco la camara del celular y me arroja un "battery empty" y luego de eso un FUUUUUUUUUU....
jajajajajaja

saludos a todos mis compatriotas, ARRIBA MI CHILITO!!

miércoles, 24 de febrero de 2010

Mi experiencia en Australia - Parte 1: Mi llegada y el impacto cultural

hola a todos..., he decidido hacer un alto en el contenido del blog que por lo general trata de noticias y articulos de lo que sucede en el mundo, pero ahora siento que estoy llendo un poco mas alla ya que llevo dos semanas como estudiante de intercambio en la ciudad de Adelaide en Australia, y quiero expresar aqui lo que ha sido mi experiencia hasta ahora viviendo en el Estado mas seco del continente mas seco del mundo (se podran hacer una idea de lo que es el clima aqui ufff).

El ingles, amigos mios, es fundamental! Yo creia que tenia un buen nivel de ingles porque podia ver peliculas sin subtitulos y cantar canciones de hillsong con las letras originales, pero estar en un pais de habla inglesa es otra cosa, y mas encima, estos Australianos (o "Aussies", como dicen ellos) tienen una forma bastante extraña de hablar, sin mover mucho la boca y con muchas expresiones de la zona, por lo que fue un terrible dolor de cabeza tratar de entender lo que decian estos tipos los primeros dias que llegue, y para ellos tratar de seguir mi espanglish y mi lenguaje de señas para hacerme entender :P

Pero, por otro lado, son gente muy pero muy cordial y amistosa, te ayudan en la calle si le pides algo, los micreros no te piden el pase para pagar escolar, y en cualquier lugar siempre te responden echandote tallas y con buen sentido del humor.

Rapidamente me di cuenta que el cambio no me favorecio en nada en la parte economica, todo es caro aqui, un agua mineral vale 3 dolares (app $1500), asi que mi bolsillo ha sufrido bastante en mi estadia aca, sobre todo porque cuando recien llegue solia ir a comprar a la primera tienda que veia, que justo resultaba ser la mas cara de la ciudad

A la distancia se echan de menos las cosas verdaderamente chilenas, como ver cabros jugando pichangas en las calles, los churrascos y los completos, todas esas cosas comunes que vemos en Chile pero que no pescamos mucho y que solo los compatriotas patiperros suelen nombrar.

El cambio de hora, jejejejejej, son 13 horas de diferencia, asi que apenas llegue me fui directo a la cama al mediodia para dormir un poco, pero al final desperte al otro dia tempranito asi que pese a todo lo que significa el cambio no me afecto para nada.

Algo muy pintoresco de los australianos es que son como los pollos, se acuestan super temprano, a las 5 de la tarde no hay nada abierto en la ciudad, nada! Y es algo que los estudiantes internacionales tambien reclaman ya que en la noche no hay nada que hacer o donde ir a carretear.

Bueno, esos son algunos tips de cosas que he vivido las ultimas dos semanas aca en australia, mas adelante le contare lo que ha sido para mi conocer chicos de otros paises aca, les juro que no tenia idea que habian tantos asiaticos aca en australia, tienen hasta barrio chino estos perla, con toda su comida rara y picante, pero igual buena jejjejeje

un abrazo desde lejos!!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Un niño de 13 años de edad se atrevió a criticar al Primer Ministro Turco

Un niño de 13 años de edad se atrevió a criticar al Primer Ministro Turco, y he aquí la historia:

Durante la campaña de las elecciones locales de Turquía: Mehmet de 13 años (su verdadero nombre no se publica) no es un seguidor de Erdogan.
Su familia (el padre es electricista) sufre los efectos de la crisis económica.
Cuando el autobús pasa al lado de  Erdogan, el niño le grita: "Alá te va a castigar en las elecciones!"
Recip Erdogan envía a sus guardaespaldas con el fin de tomar al niño del autobus. El Primer Ministro agarra por el cuello al niño Mehmet y le ladra. "¿Qué has dicho?". El niño repite la frase: "¡Alá te va a castigar en las elecciones!"

Erdogan apretó con sus largas uñas el cuello del niño tan profundamente que los fotógrafos pudieron documentar gráficamente los moretones en el cuello del muchacho.




Erdogan le pregunta al niño: ¿Por qué dices esto?

El niño responde: "No me gusta usted".

Ahora el niño tiene que enfrentarse a un juicio, y el fiscal le amenaza con tres años de cárcel por ofender a los principales representantes del Estado.
El abogado Aytac del niño dice "En ningún otro lugar se encontraría algo como esto"

Ahora el niño tiene que enfrentar un juicio. Mehmet llamado así por los medios turcos, aunque su nombre real es Mustafa Özyurt, y su padre dirige una tienda de electricidad. Negocio no va bien, la familia culpa a la política económica del gobierno.

Sólo son héroes los que enfrentan a los americanos, pero no a la bestia islámica.

La prensa internacional ha publicado hasta la saciedad la historia del periodista iraquí que lanzó sus zapatos contra Bush, y mucho diarios disfrutaban de lo lindo y deificaban al lanzador de zapatos.

Pero ninguno de estos periódicos es capaz de realizar la más mínima reseña sobre el niño que se enfrenta al líder islamista, que está islamizando Turquía y minando la democracia.

Que verguenza!

martes, 10 de noviembre de 2009

Algunos todavía no se enteraron que ya cayó el muro de Berlín

El pasado 9 de noviembre, se cumplió un nuevo aniversario de la caída de uno de los símbolos más emblemáticos de la intolerancia, el autoritarismo y la mentira, el Muro de Berlín.

Este fue el primer paso del largo camino que emprendieron los países sometidos al régimen dictatorial que había impuesto la Unión Soviética –por la fuerza, obviamente- y que a partir de ahí pudieron integrarse al mundo y progresar gracias al sistema que los marxistas combatieron durante un siglo.
Este concepto es, sencillamente, indiscutible, ya que basta solo con mirar y hacer una comparación de cómo se encontraban “las dos Alemanias” en ese momento y el resultado llegará sin realizar ningún procedimiento empírico, si quiera.
Sin embargo, increíblemente todavía hoy existen personas que defienden, sostienen, y proclaman ese sistema que, como quedó demostrado, no solo no triunfó en ningún país del mundo, sino que además, hicieron sistemáticamente todo lo contrario de lo que supuestamente proponen; cercenaron las libertades de los individuos, sometiendo al pueblo por el cual dicen luchar a un extremo tal que por el solo hecho de pensar distinto se es perseguido, encarcelado e incluso fusilado.
No es necesario decir que estas personas, encuentran en Fidel Castro y Hugo Chávez a sus máximos referentes.
En este sentido, un párrafo aparte merece la persecución a la prensa, cosa que en Cuba es total, y Hugo Chávez trata de implementar en Venezuela cerrando canales de televisión, radios y obligando al exilio a tantísimos periodistas críticos de su gestión tratando, además, de darle un marco de cierta “legalidad” sancionando la nueva Ley de Prensa; metodología también aplicada Por Rafael Correa en Ecuador y los Kirchner en Argentina, donde recientemente se sancionó una controversial reforma a la Ley de Radiodifusión.
Sería interesante, además, que quienes todavía hoy defienden sistemas que demostraron ser totalmente contrarios a la esencia que pregonan, miren a su alrededor y vean en que países la gente común, el trabajador, el asalariado, posee lo que ellos anhelan, cosas tan básicas como el acceso a la salud, a la educación, a una vivienda digna, a trabajos bien remunerados y, fundamentalmente, a un Estado que se ocupe de las necesidades de los ciudadanos.
Todos, absolutamente todos esos países, lo lograron precisamente haciendo todo lo contrario al Marxismo, que es, ni mas ni menos, el Liberalismo. El Liberalismo en el más amplio sentido de la palabra, no solo en lo político y económico, también en lo social, cultural y, fundamentalmente, en el aspecto ideológico.
Seguramente, alguien que no simpatice con el liberalismo pondrá como ejemplo algunos países de Europa del Norte, como Noruega, Suecia o Dinamarca, aludiendo que en ellos el sistema es el Socialismo. Esta, es una vieja falacia que todavía tratan de justificar, ignorando o, eludiendo, mejor dicho, dos cosas: En primer lugar, el sistema no es Socialismo, sino que es Liberalismo con una fuerte vocación y desarrollo en lo social. Y el segundo punto es que omiten que el Liberalismo, por su propia filosofía, es el sistema social más equilibrado que pueda existir, ya que sencillamente, quien más bienes e ingresos posee, más tributará a las arcas del Estado, y quien menos ingresos tenga más beneficios recibirá de este.
Todos estos planteos, no hacen más que abonar toda una serie de contradicciones que son una característica del “Socialismo Científico”, o cómo hoy se lo pretende re bautizar, “Socialismo del siglo XXI”.
Parece ser, que los defensores del Marxismo todavía no se enteraron de que el Muro de Berlín  lo hicieron lo comunistas para que la gente no se escape hacia la libertad, como todavía hoy lo hacen en Cuba.
Parece ser, que los defensores del Marxismo todavía no se enteraron de que el Muro de Berlín lo derribaron los propios rehenes del régimen dictatorial que Chávez todavía defiende, ambiciona, y trata de imponer no solo en Venezuela, además en toda   Latinoamérica, haciendo lo mismo que él le critica al “imperio”, como la intromisión en otros países.

Parece ser, que los defensores del Marxismo todavía no se enteraron de que el Muro de Berlín cayó, y con él cayó también una mentira de un siglo.

jueves, 8 de octubre de 2009

JESÚS NACIO EN OCTUBRE?????

obtenido de http://www.foroekklesia.com/showthread.php?t=19628

Esta semana se debería celebrar el aniversario del nacimiento de Cristo, ¿cómo es esto posible?


Pues bien, al leer la Palabra de Dios nos podemos dar cuenta:

1. De que el Mesías no pudo haber nacido en invierno

Lucas nos dice que había pastores cerca de Belén "que velaban y guardaban a sus rebaños durante las vigilias de la noche". Sin lugar a dudas, sus ovejas serían llevadas más tarde al Templo de Jerusalén para el sacrificio de la Pascua. Los corderos de Belén eran famosos por ser los únicos sin manchas y sin defectos.
Estos pastores sabían que su misión no era solamente cuidar ovejas. Eran conscientes de que servían de esa manera al Dios de Israel que vivía en el Templo de Jerusalén. Sí, ellos cuidaban para El los corderos que representaban "al CORDERO DE DIOS que vendría para quitar el pecado del mundo".

Eran judíos creyentes, muy humildes y estaban esperando el nacimiento del Mesías. Aquella noche, cuando estaban en el campo guardando los rebaños, tuvieron una aparición de un ángel para darles las buenas noticias de que había nacido, en ese día, el Cordero tan esperado.
"No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías (Cristo), el Eterno". (Luc 2:8-14)
Más tarde y para celebrarlo con ellos también, apareció "una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra paz, buena voluntad para con los hombres".

Pues bien, hermanos míos, todo eso no pudo pasar en diciembre. ¿Por qué? Pues sencillamente porque los pastores en la tierra de Israel no sacan a sus rebaños fuera de sus cuadras durante los meses invernales por ser, como aquí, muy fríos.


2. Del tiempo cuando Elisabet quedó embarazada

Si de algún modo pudiéramos saber cuándo se quedó embarazada, podríamos saber también cuando nació Jesús. ¿Habría alguna manera de saberlo? Sí; la respuesta la encontramos en Lucas 1:25. Cuando Zacarías estaba ministrando en el Templo, se le apareció un ángel del Señor, anunciándole el nacimiento de "Elías", es decir: su hijo Juan el Bautista.

Según la tradición judía, Elías tenía que nacer en epoca de Pascua, comp. Mal. 4:5, que se celebra durante el primer mes del año hebreo (lo que corresponde a marzo-abril aproximadamente).

En Lucas 1:17 el ángel recordó a Zacarías cuando iba a nacer su hijo y más tarde Jesús habla también de él:
"E irá delante de El (el Mesías) en el espíritu y poder de Elías".
"Y si queréis aceptarlo, él es Elías, el que había de venir". (Mateo 11:14)

Como Zacarías era del grupo de Abías, Luc 1:5, le tocaba servir en la décima semana del año lunar. En el Templo había 24 grupos de sacerdotes que ministraban durante el año, y el grupo de Abías era el octavo. (1ª Crónicas 24:10)

De esta manera podemos saber cuándo le tocó servir a Zacarías. Cuando volvió a casa, Elisabet se quedó embarazada. Eso fue alrededor del cuarto mes lunar, que corresponde a junio-julio aproximadamente. Nueve meses más tarde, en la Pascua hebrea, nació su hijo y seis meses después Jesús.


3. De cuándo fue concebido el Mesías de Israel

Lucas 1:24 y 26 nos relatan:
"Y después de estos días, Elisabet su mujer, concibió; y se recluyó por cinco meses. Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen, y el nombre de la virgen era María".

Luego el ángel le anunció la concepción y nacimiento de Jesús y añadió:
"Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia". (Luc 1:36-38)

Con toda seguridad María se quedó embarazada en el momento de responder a la Palabra de Dios. Fue entonces cuando el Mesías bajó del cielo y entró en el vientre de la que iba a ser Su madre. Era el sexto mes del embarazo de Elisabet y el noveno mes del año que corresponde a noviembre-diciembre aprox. Después María se fue a visitar a Elisabet y se quedó con ella hasta el duodécimo mes, que corresponde más o menos a febrero-marzo ( Lucas 1:56).

Desde el 25 día del noveno mes hasta el 2 ó 3 día del décimo mes Israel tiene una fiesta llamada Januká que significa "inauguración" o "dedicación". Más o menos corresponde a la mitad de diciembre. Durante esas fechas todo Israel celebra que los hermanos macabeos derrotaron a las tropas de Antíoco Epífanes en el siglo II AEC que - entre otras muchas cosas - no solo quiso helenizarles, sino que también profanó el Templo sacrificando cerdos en el altar. (Para más información, lee los libros apócrifos de los Macabeos.)

Cada día se enciende una luz de las nueve que tiene la Januká - el candelabro de nueve brazos - y de ahí que a esta fiesta también se la conozca como "la fiesta de las Luces". Entonces, con todos estos datos ¡qué fácil es ver que El fue engendrado precisamente en esa fiesta para nacer cuarenta semanas más tarde como todo ser viviente que tiene listo el cuerpo en el que va a vivir el resto de su vida! (Gálatas 4:4).

Sí, la LUZ DEL MUNDO vino justamente mientras la nación de Israel la celebraba. Yeshua la celebró cada año también (Juan 10:22). Es más, El dijo: "Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá LA LUZ DE LA VIDA." (Juan 8:12)


4. De cuándo nació realmente el Mesías

Si contamos las 40 semanas del embarazo de Miryam, veremos que terminan precisamente en Sukot, la fiesta de los tabernáculos. Un embarazo dura 40 semanas, lo cual corresponde a 9 meses y medio, según el calendario bíblico. Cada mes lunar dura 29 o 30 días.

El evangelio de Juan nos dice:
"Y La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros...". (Juan 1:14a)

La palabra traducida "habitó" es la palabra griega eskenosen, la cual quiere decir literalmente: "tabernaculó" o "levantó su tabernáculo/cabaña". La palabra griega es una traducción de las dos palabras hebreas que se usan para cabaña o tabernáculo, una de esas es suká, "cabaña", en plural sukot, "cabañas".

Por lo tanto, esta palabra en Juan nos da una clave para pensar que la Palabra (la Torá) de Dios naciera en LA FIESTA DE LOS TABERNACULOS, que se celebra en el séptimo mes hebreo, lo cual corresponde a principios de Octubre. Este año vendría a ser desde el Sábado 3 de Octubre hasta el Domingo 11 de Octubre.


5. De que el Mesías nació en una cabaña

En Génesis 33:17 encontramos una referencia muy curiosa
"Y Jacob siguió hasta Sucot, y se edificó una casa, e hizo cobertizos (en hebreo sucot) para su ganado; por eso al lugar se le puso el nombre de Sucot".
Aquí vemos Jacob haciendo cabañas (sucot) para su ganado.

En Lucas 2:7 dice:
"Y dio a luz a su hijo primogénito; Le envolvió en pañales y Le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón".

El Mesías nació en un establo y fue puesto en un pesebre. Ese establo podía haber sido muy bien una cabaña (suka). ¿En qué otra fiesta del año se podría encontrar una suka?

"No había lugar para ellos en el mesón." (Luc 2:7)
¿Por qué no había lugar en el mesón? No solo por el famoso empadronamiento. Otra razón - quizás la más importante, aunque omitida - era que se celebraba la 3ª fiesta en Jerusalén que estaba a tan solo unos kms. de Belén. (A esa fiesta todo varón debía asistir. Ver Levítico 23.)

Por la cantidad de peregrinos que subían a Jerusalén no había lugar en el mesón para José y María. Si fue así, Jesús nació en el séptimo mes (calendario bíblico), durante la fiesta de los Tabernáculos y en una suka (septiembre-octubre aprox.).


6. De que el mensaje del ángel es el mensaje de Sukot

En la tradición judía a la fiesta de Sukot se la conoce como: "la fiesta de nuestro gozo".
Otro nombre para esa celebración es: "la fiesta de todas las naciones (gentiles)".

Fíjate en las palabras del ángel a los pastores:
"No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo". (Lucas 2:10)

¿Sabías que durante Sukot se sacrificaban 70 toros a la hora de interceder Israel por las 70 naciones de los gentiles? Si hay un deseo en Israel es el de "bendecir a todas las naciones para que todas ellas Le alaben y Le conozcan." (Génesis 12:3; Números 29:12-32; Salmo 67; 117)

Sukot ha sido, es y será la fiesta de Israel y también la de las naciones que acepten al Mesías y al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Por eso será celebrada durante los 1000 años del reino mesiánico. (Zacarías 14:16-18)


7. De que todo está programado según el calendario de Dios

El calendario de Dios es exacto. Todo está planificado de antemano. Como Yeshúa puso Su cabaña entre nosotros en el primer día de la fiesta de las Cabañas, Su circuncisión pudo haberse llevado a cabo en el último y gran día de la fiesta, el Simjat Torá, es decir: en "el regocijo de la Torá".

Su vida, Su muerte - que ocurrió en el preciso momento cuando el cordero pascual fue sacrificado en el Templo aquel año - y Su resurrección en el día en que se ofrendaba la primera gavilla que simbolizaba "el primer fruto de la cosecha", pasaron según el reloj del tiempo.

La venida del Espíritu Santo fue en Pentecostés, exactamente cuando se celebra la venida de la Palabra de Dios en el monte Sinaí para ser escrita en los corazones de los que habían sido "circuncidados de corazón", "los nacidos de nuevo". (Jer. 31:33)

Y por último, El volverá en el día y la hora que el Padre tiene marcado. Para entonces "el tiempo de los gentiles habrá terminado", se habrán "restaurado todas las cosas, incluyendo Sión". Jerusalén "habrá dejado de ser pisoteada por los gentiles" y todo estará listo para dar la bienvenida al REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. (Romanos 11:25; Hechos 3:21; Salmo 102:13-18; Isaías 2:2-4; Zacarías 14:16-19)

Entonces, volviendo al tema con el que hemos empezado, seguro que me preguntarás: ¿Por qué se celebra el nacimiento de Jesús el día 25 de Diciembre? ¿Por qué los arbolitos y los pesebres de Navidad? ¿Cómo puede estar el cristianismo equivocado?

Bueno eso es otro tema que mas adelante discutiré, saludos a todos!!

Reciban un fuerte abrazo.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Hacia la Derrota final

Publicado en el Suplemento Exteriores de Libertad Digital el 29 de septiembre de 2009

Decía Lord Wellington que la clave de la ciencia militar reside en saber qué está ocurriendo al otro lado de la colina, imagen con la que se refería a la organización del ejército enemigo en las horas previas a la batalla. Hay quien ha afirmado que lo único relevante que Al Qaeda ha enseñado a los talibán sobre esta materia es la navegación por internet. Lo cual no es baladí. Para cualquiera que tenga la costumbre de dedicar unas cuantas horas al día a leer la prensa norteamericana, sus blogs y los siempre apasionantes debates parlamentarios, resulta evidente qué está pasando a este lado de la colina, qué postura están adoptando los máximos dirigentes en Washington. En nuestro tiempo, las guerras ya no se ganan o se pierden en los campos de batalla, donde unos hombres de uniforme arriesgan sus vidas por unos ideales superiores. Sin restar importancia a los escenarios bélicos de Iraq o Afganistán, donde de verdad se decide el resultado no es allí, sino en lugares mucho menos heroicos: los medios de comunicación y la calle. Si los autores de este artículo fuéramos talibán, nos sentiríamos reconfortados tras un repaso de las páginas web de referencia. Sin lugar a dudas, veríamos más cerca la victoria.

No parece que los talibán tengan dudas sobre las capacidades y la disposición al combate de los militares norteamericanos. Mucho menos, de las habilidades intelectuales de sus generales. Tanto Petraeus como McChrystal han demostrado a lo largo de sus carreras valor, inteligencia y voluntad. Ahí no está el quid de la cuestión. Cualquiera que se acerque a los medios de comunicación norteamericanos percibirá una profunda y creciente incomodidad en la Casa Blanca y el Capitolio por la Guerra de Afganistán, así como un evidente deseo de salir de allí lo antes posible. A nadie le puede extrañar. Los mismos que presionaron todo lo que pudieron, que fue mucho, para que Bush reconociera su derrota ante Al Qaeda en Iraq, los mismos que proclamaron que la guerra ya se había perdido son los que ahora gobiernan y controlan ambas Cámaras. Es verdad que entonces ya dijeron que Iraq era un error, una guerra ilegal, y que la justa, la necesaria, era la de Afganistán. Pero no nos podemos llamar a engaño. Ese era un argumento falaz que empleaban para evitar ser etiquetados, una vez más, de derrotistas. En realidad, carecen de los principios y de la disposición al sacrificio necesarios para soportar la tensión diaria de una guerra.

Durante los momentos más duros del conflicto iraquí, muchos periodistas nos preguntaron, con indisimulada felicidad, si la guerra estaba perdida. Siempre contestamos que no. Desde una perspectiva de seguridad, era evidente que había margen de maniobra. Analistas como Tomas Donnelly y Fred Kagan, del American Entreprise Institute, venían predicando desde tiempo atrás los principios que finalmente el general Petraeus incorporó a la que acabó siendo la nueva estrategia de la Casa Blanca. Pero, sobre todo, sabíamos que el presidente Bush estaba dispuesto a arrostrar cuantos sacrificios fueran necesarios con tal de vencer. No iba a ceder ante el chantaje derrotista del Capitolio ni ante los timoratos de su partido.

Gracias a la férrea voluntad de Bush, a su firme compromiso moral con la defensa de la democracia y la derrota del Islam radical, la victoria en Mesopotamia está al alcance de la mano. El trabajo más difícil ya está hecho. Ahora se trata de no cometer errores y administrar bien los tiempos. Pero hoy Bush no está en la Casa Blanca, y el nuevo inquilino no tiene sus principios morales, ni su voluntad de victoria ni los mismos votantes.

La Guerra de Vietnam trasformó al Partido Demócrata. De ser la formación de Harry S. Truman o Henry Jackson pasó a ser la de de George McGovern y Jimmy Carter. Se hizo más relativista, creció en su seno un rechazo a lo que habían sido sus valores tradicionales, una mala conciencia por su actitud firme en política internacional. Eran culpables y merecían un castigo. Uno de sus primeros logros fue la derrota en Vietnam. A punto estuvieron de conseguirlo de nuevo en Iraq. Ahora, los mismos tienen que enfrentarse al nada fácil reto de Afganistán.

Nos tememos que Estados Unidos se prepara para la derrota en Afganistán, a pesar de que no hay razón o circunstancia alguna que la haga inevitable. Las dificultades son enormes, pero si se dota a las Fuerzas Armadas norteamericanas de la estrategia y las capacidades militares necesarias para realizar su trabajo de forma eficaz, la victoria es posible. El problema no reside ahí, sino en Washington. No es militar, sino político. No vemos ni en la Casa Blanca ni en el Capitolio la disposición necesaria para ganar la guerra. Hacen falta años y el despliegue permanente de un gran contingente para triunfar. Eso supone mucho dinero, muchas vidas y soportar un debate político diario sobre la evolución del conflicto. La vuelta a los días de Vietnam, que marcaron inexorablemente a un partido que nunca volvió a ser el mismo.

Cuando el déficit público alcanza cifras nunca antes conocidas, cuando la economía se encuentra todavía en serias dificultades, cuando sus votantes se manifiestan exhaustos por las intervenciones militares, ¿será Obama capaz de mantener unos gastos de defensa tan altos? Cuando los que le han elegido lo han hecho como rechazo a la política de Bush, ¿soportará la presión de las bolsas de plástico con los cuerpos de los jóvenes norteamericanos caídos, o el espectáculo de heridos y mutilados?

No es sólo una cuestión personal. Obama representa a un sector de la opinión pública que se decantó por él, en vez de por los más convencionales Clinton y McCain, porque quería dejar todo esto atrás. Quieren que su país renuncie voluntariamente a ser la hiperpotencia para comportarse como un país normal, que colabora con los demás de forma sincera y constructiva. Muchos incluso sienten el deseo de que, en términos del Antiguo Testamento, Estados Unidos sea castigado por la soberbia con que se ha comportado en política internacional, por haber ejercido de superpotencia. Para ellos, ser una superpotencia es una opción, que puede ser abandonada cuando se crea conveniente. Estados Unidos es el primer imperio democrático de la historia, y eso marca una clara diferencia con sus predecesores. El gobierno del pueblo supone constantes cambios de posición, algo que casa mal con la necesidad de mantener una estrategia en el largo plazo para poder defender unos intereses que son globales. Lo que la sociedad norteamericana no parece entender es que la condición de superpotencia no es electiva: se es o no se es; que esos intereses globales por defender no son ilícitos ni inmorales, son sencillamente el fundamento del modelo de bienestar norteamericano, la garantía de sus puestos de trabajo y de un más que aceptable nivel de vida.

Cuando la gran mayoría de la base electoral que encumbró a Obama no quiere que sus Fuerzas Armadas sigan en Afganistán, cuando los congresistas demócratas y el propio presidente temen el impacto que para sus intereses políticos puede tener esta campaña, cuando el establishment washingtoniano comprueba, una vez más, que sólo cuenta con un reducido número de aliados para repartir la carga..., no es de extrañar que la tentación de salir corriendo se haga evidente. El senador Russ Feingold lo ha dicho con claridad. Como representante del ala más progresista del campo demócrata, a nadie le puede sorprender que lo planteara, pero lo importante es que ya se ha abierto el debate. El general Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas aliadas en Afganistán, se encuentra atrapado entre la coherencia de la estrategia definida por su superior Petraeus y las presiones del secretario Gates, representante de ese establishment, para que no solicite el número mínimo de tropas que la nueva estrategia requiere. Hay políticos capaces de aprobar una estrategia militar y, a continuación, boicotear su ejecución, porque su lógica responde a otras prioridades.

El general David Petraeus había demostrado en Iraq que el Ejército ya se había adaptado a la guerra contrainsurgente. Obama no quería imponer una forma determinada de combatir la nueva amenaza. Hubiera sido un grave error irrumpir en un ámbito técnico asumiendo unas responsabilidades que acabarían volviéndose contra él. Olvidó su promesa electoral de retirar todas las tropas de Iraq en quince meses y acabó asumiendo el plan dejado por su predecesor. Más valía incumplir el compromiso con sus votantes que alterar el plan establecido por los militares y tener que responsabilizarse de frustrar una victoria. Como comandante del Mando para Asia Central (Central Command), Petraeus era también responsable de las operaciones en Afganistán. Estabilizado el teatro iraquí, Petraeus se centró en el afgano, estableciendo los principios estratégicos que fueron finalmente aprobados tanto por la Casa Blanca como por el Senado. El presidente dejó hacer, a la vista de los buenos resultados logrados, pero con un fundado temor a que sus jefes militares le llevaran a una situación semejante a la que había caracterizado los años Bush. Él no sólo no era Bush: había sido elegido para gobernar de forma muy distinta.

El carácter democrático que impregna profundamente todo el sistema político estadounidense tiene consecuencias contradictorias en el plano estratégico. Por una parte, cuando la sociedad hace suya un conflicto, su apoyo proporciona una fuerza extraordinaria a su acción exterior. Por otra, cuando esa misma sociedad no percibe la amenaza como existencial, puede comportarse de forma voluble y hacer de su país un actor extraordinariamente vulnerable. Cualquier enemigo de este gran país sabe que ese es el campo de batalla prioritario, y que siempre encontrará valiosos aliados en los medios de comunicación y en los políticos progresistas. Los norteamericanos son la primera gran potencia de la historia que cree, como resultado de su voluntarismo y espíritu democrático, que una guerra es como un autobús de línea, en el que uno se sube o se baja en la parada que le conviene. La realidad es muy distinta. Una guerra se sabe cuándo empieza pero nunca cómo y cuándo se acaba. Lo único seguro es que Estados Unidos saldrá victorioso o derrotado de Afganistán. La primera opción, tanto Petraeus como McChrystal lo han dejado claro, requiere tiempo, mucho dinero y el sacrificio de muchas vidas. No hay atajo para salir de aquellas tierras salvo el reconocimiento de la derrota. Se pueden montar campañas de prensa para culpabilizar a los afganos y paquistaníes del fracaso, pero eso no cambiará las cosas. Los afganos ya eran así antes de que Bush ocupara el país o de que Obama sugiriera en inolvidable ocurrencia invadir Pakistán.

El Partido Demócrata ha llegado al convencimiento de que sus electores no aceptarían las consecuencias de aplicar el plan elaborado por el general McChrystal. No se trata de que la Administración Obama esté o no de acuerdo con los fundamentos de la estrategia planteada por sus jefes militares. No estamos ante un debate estratégico, sino ante la decisión racional de aceptar la derrota militar antes que afrontar una situación que les llevaría a un divorcio con su base electoral. Es la política, estúpido, no la guerra lo que manda. Todo apunta a que McChrystal se encontrará con una negativa a la solicitud del envío inmediato de 40.000 hombres, primer paso para la ejecución de la nueva estrategia. Si el presidente no logra satisfacer sus peticiones, cabe pensar que tanto McChrystal como posiblemente Petraeus presenten su dimisión, lo que daría paso a la designación de nuevos jefes militares que tendrían como primera misión preparar una estrategia de salida. Se mantendría una importante presencia sobre el terreno durante un tiempo, para luego iniciar una retirada ordenada. La culpa recaería sobre la Administración Karzai, por su fracaso a la hora de levantar un Estado mínimamente eficaz, condición sin la cual resultaría imposible lograr la victoria. Estados Unidos habría hecho todo lo que estaba en sus manos, pero sin la sincera y comprometida colaboración de los propios afganos no tenía ningún sentido seguir exponiendo la vida de miles de jóvenes norteamericanos.

La campaña de márketing que se nos avecina –comenzando por la denuncia de que Karzai es un gobernante corrupto– puede salvar al Partido Demócrata de un varapalo en las elecciones de mid-term el año que viene y, quién sabe, a Obama de una derrota en las próximas presidenciales, sobre todo si los republicanos continúan sin levantar cabeza, pero no podrá ocultar las gravísimas consecuencias estratégicas de la derrota. Estados Unidos habrá sido de nuevo derrotado, y mostrado al mundo el camino para volver a hacerlo.

Grupos radicales de toda condición se verán estimulados a seguir los pasos de las guerrillas talibán en muy distintas partes del planeta. La autoridad de las grandes potencias es tan importante como sus capacidades económicas o militares. ¿De qué valen grupos navales, las alas tácticas o brigadas dotadas de los últimos medios si no se está dispuesto al sacrificio? Estados Unidos volverá a ser el tigre de papel, la gran potencia que abandona a sus aliados y que se retira en cuanto encuentra una resistencia firme. El islamismo celebrará con razón su victoria, y millones de jóvenes sentirán cómo su causa nacionalista converge con la agenda fundamentalista, con gravísimas consecuencias para la estabilidad de muchos países de mayoría musulmana. El terrorismo aumentará sus acciones contra intereses norteamericanos dentro y fuera del territorio de la Unión. Afganistán caerá de nuevo en manos radicales, y pasará factura a aquellos que cometieron el error de confiar en Washington y en la OTAN, como ya pasara en Vietnam o en Irán. Celebrará su tercera victoria sobre una gran potencia, al tiempo que su territorio volverá a convertirse en centro de entrenamiento, mando y control de operaciones del yihadismo en todo el planeta.

Pakistán, que apoyó a los talibán, recientemente comenzó a combatirlos, al percibir que el islamismo era ya un problema para su estabilidad. En cuanto se convenza de la disposición de Obama a retirarse, volverá a estrechar lazos con los radicales, que, mucho más fortalecidos, se convertirán en una fuerza de referencia en el país de los puros, hasta el punto de poner en peligro la siempre inestable democracia o incluso trasformarla en el primer emirato islamista dotado de armas nucleares. Un hecho que, de inmediato, tendría gravísimas consecuencias sobre las relaciones con la India. Rusia se sentirá aliviada al ver que también Estados Unidos sale humillado de aquellas montañas, y no dudará en aumentar sus presiones sobre una Administración débil, necesitada de trasformar nuevas concesiones en acuerdos internacionales. Y qué decir de la OTAN, que fue a Afganistán con la idea de repetir su exitosa misión en Bosnia y que a la postre se ha visto enfangada en un conflicto del que no sabe cómo escapar. La Alianza Atlántica ha vivido en Afganistán su primera gran guerra, y si los americanos la dan por perdida será la última que libre. Su penoso papel en ese escenario, del que da buen testimonio el informe presentado recientemente por el general McChrystal, será su acta de defunción.

Obama se ve a sí mismo como un presidente que marcará una época, y tiene razón. De la misma forma que Ronald Reagan puso las bases para vencer en la Guerra Fría, inaugurar una época de gran desarrollo económico, social y científico y afrontar el nuevo siglo con unas coordenadas claras, Obama asume el declive norteamericano y la centralidad estratégica del área del Pacífico, tanto tiempo anunciada. Estados Unidos está comunicando al mundo su voluntad de dejar de ser una gran potencia y el mundo está tomando nota.

Quienes se regocijan viendo una América postrada, déjennos ser claros: el mundo libre y democrático necesita de una América que lidere y salvaguarde la paz y la libertad. De la misma forma que necesita evitar a toda costa una derrota en Afganistán. Los costes y las implicaciones negativas no sólo para los afganos y para la región, sino para todo el mundo, son incalculables ¿Quién o qué evitaría la desintegración de Pakistán? ¿Quién o qué evitaría que caigan armas nucleares en manos terroristas? ¿Quién o qué podría ser tomado en serio por fanáticos como Ahmadineyad? ¿Quién sería capaz de confiar en América y hacer depender su seguridad de la política de Washington? La salida precipitada de las fuerzas norteamericanas de Afganistán es la mejor ruta para un mundo sin autoridad ni respeto a las normas internacionales, para un mundo sin América. Un mundo, en suma, mucho más inestable, frágil y peligroso. Aunque no lo parezca, eso es lo que nos estamos jugando en Afganistán.